Hace
aproximadamente dos años y medio atrás se nos invitó a un grupo misionero de la
parroquia Jesús de Nazaret de Curicó a un intercambio de Iglesias hermanas:
testigos de la esperanza en Italia, con la finalidad de conocer y empaparse de
la espiritualidad franciscana en su plenitud. Dicha experiencia se llevó a cabo
entre el 03 y el 23 de febrero del presente año, acompañados por Fray Tullio,
misionero en Chile y Fray Valerio secretario de las misiones provinciales, los
dos frailes de la “Provincia Italiana de sant’Antonio di Padova”.
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En Asís, la plaza superior de la basílica de San Francisco |
La
experiencia misionera tuvo grandes momentos que marcaron el corazón de cada uno
de los participantes de esta misión, se comenzó en Roma en la XXXI Asamblea
Misionera Franciscana de los Frailes Menores Conventuales aérea FIMP, donde
pudimos compartir cómo se vive el cristianismo en Chile y sobre todo cómo nos
comprometemos como pastoral juvenil en el servicio misionero hacia el pobre,
como nuestro padre San Francisco nos invita en su espiritualidad. En
el momento fraterno de la noche hemos podidos compartir nuestras tradiciones
culturas, canciones, la comida italiana y como siempre pasa en los momentos de
fraternidad, las distancias se achicaron y las distintas diversidades se transforman en fuentes de alegría y se termina enriqueciéndose recíprocamente.
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Cruz San Damián en la Basílica de Santa Clara |
Entre
el 04 y 07 de febrero nos dirigimos a lugares de plena devoción franciscana en
la ciudad de San Francisco y Santa Clara, Asís, donde nos impregnamos de la emoción
de estar ante el Crucifijo de San Damián y preguntarle con el corazón abierto
al Señor “¿qué quieres que haga yo en tu Iglesia?”. En la Basílica de san
Francisco de Asís hemos sentido mucha paz para encontrarnos en el lugar donde
está la tumba de San Francisco y orar por nuestra Iglesia chilena y por nuestro
País que tanto necesita justicia, paz y reconciliación. También en los otros
lugares franciscanos Porciúncula, el eremitorio de Rivotorto, basílica de santa
Clara entre otros, la emoción fue bastante fuerte en el pensar que estos
lugares son llenos de historia y
espiritualidad franciscanas.
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En la basílica de San Antonio de Padua |
Desde
el 08 al 11 de febrero nos dirigimos a Padova, pasando por Longiano para
conocer la fraternidad de los Frailes en esa ciudad y reencontrarnos con la
familia de hermanos misioneros Angela y Salvatore y sus hijos. La familia Macca
estuvo en nuestro País para algunos años como misioneros en la comunidad de
Copiapó y compartir la vida fue algo bonito. Una vez en Padua pudimos conocer
lugares antonianos importantes para nuestra espiritualidad, entre ellos
compartir la fraternidad con comunidades de la Arcella, del Instituto Teológico
de San Antonio, Camposampiero, Monselice, Noventa Padovana y terminar con la
linda Basílica del Santo. Todos lugares ricos en esperanza y fe para llenar los
corazones de cada uno de nosotros como misioneros y motivarnos a transmitir la
alegría del evangelio en nuestro País. Es en esta ciudad, donde nos
reencontramos también con fray Augusto, joven chileno y curicano que se encuentra
en su proceso de formación en la Orden Franciscana Conventual y del cual nos
sentimos muy orgullosos.
Entre
el 12 y 13 de febrero tuvimos la posibilidad de visitar la comunidad de Treviso
y conocer la fraternidad de San Francisco en los hermanos de ahí, darnos cuenta
que la perfecta alegría está en la simplicidad del día a día. El 13 de febrero,
fue un día lleno de emociones y sentimientos encontrados visitando a fray Pedro
Beltrame en el convento de Pedavena, fraile misionero y fundador de la
Delegación y que estuvo en Chile por varios años. Este día estará en nuestros
corazones por siempre ya que hemos descubierto que ser testigos de la esperanza
es una tarea hermosa y enriquecedora, y que se crece humanamente y espiritualmente
con gestos sencillos y fraternos como regalar un poco de tiempo a un hermano
anciano y enfermo. Para sentirse feliz y para ser verdadero misionero
franciscano no son necesarias grandes obras, en realidad lo que verdaderamente
sirve es un corazón humilde, sencillo y puro.
Del
13 al 15 de febrero visitamos el pueblo natal de nuestro fraile y amigo Fray
Tullio Pastorelli: Coredo. Fueron días de encuentros, oraciones, compartir y
conocer a todos quienes han sido parte de la fe franciscana y acompañantes de
nuestro querido sacerdote chileno y curicano, hemos podido también disfrutar de
las maravillas del paisaje y la belleza de naturaleza trentina.
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En la Basílica de San Antonio de Padua |
El
16 de febrero tuvimos la oportunidad de celebrar en la Basílica de San Antonio
la conmemoración del hallazgo del cuerpo de san Antonio, participar con
devoción, fe y humildad en la eucaristía, pidiendo desde lo más profundo de nuestros
corazones por nuestro País paz y serenidad, por nuestra iglesia chilena
misericordia y tranquilidad, por las familias, los jóvenes y los ancianos salud
y sabiduría de vida; finalmente hemos puesto bajo el amparo de san Antonio nuestra
comunidad parroquial en Curicó; para que sea siempre instrumento de comunión,
de fraternidad y de crecimiento en la fe.
Finalmente
entre el 18 y 22 de febrero, en la parte culmine de nuestra experiencia
misionera viajamos a Roma a conocer los lugares emblemáticos de este hermoso País,
pero el llamado especial fue estar presentes en la catequesis del miércoles y
escuchar al Papa Francisco, quien a través de su testimonio, revitalizó nuestros
corazones, dándonos energías para poder ser testimonios vivos de esta linda experiencia
durante veinte días. En esta estadía romana hemos podido conocer varias
experiencias franciscanas: la primera en el convento de san Teodoro hemos
encontrado el hermano Maximiliano Kolbe con su lindo testimonio de mártir de la
caridad, y la segunda el viernes en la tarde poco antes de regresa a nuestro
lindo Chile, en la Curia General, animados por fray Rogerio Pereira, Asistente
General FALC conversar sobre cómo vivir en concreto y hoy día en América Latina
el ideal franciscano y como nosotros laicos podemos encarnar y testimoniar la
espiritualidad franciscana tan linda y actual.
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Basílica de San Francisco de Asís. |
Damos
las gracias infinitas a cada una de las personas que nos encontramos en este
lindo peregrinar por Italia, gracias por las palabras de
aliento cuando las necesitamos, por los momentos de oración, encuentro y de
fraternidad. Guardaremos y atesoraremos cada segundo vivido en esta linda
experiencia misionera y prometemos intentar ser fieles seguidores de nuestro
padre Francisco y su espíritu humilde y noble, ser testimonios de fe y
esperanza para quienes nos rodean y ayudar desde el corazón a todos quienes lo
necesiten.
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