Fray Tullio, Fray Augusto y los jóvenes misionando. |
Del
19 al 22 de Julio, alrededor de 40 jóvenes misioneros franciscanos de Curicó,
se reunieron por segundo año consecutivo a misionar en la localidad de
Pencahue.
El
día 19 de julio los jóvenes se reunieron en la parroquia Jesús de Nazaret, para
iniciar el camino para una nueva experiencia de fe, siendo esta la quinta
misión franciscana de invierno con el lema: “Eucaristía centro de fraternidad y comunion”.
Construcción de la casa |
Los
jóvenes, acompañados por los Frailes Menores Conventuales, fr. Tullio Pastorelli,
fr. Ramón Zas fr. Augusto Urzúa y el postulante Eduardo Barrera realizaron y
compartieron juntos las diversas actividades, tales como: misión puerta a
puerta, tardes infantiles, rezo del rosario con la comunidad y la construcción
de una casa para una familia del pueblo, finalizando esto con la misa el día de
22 de julio en la parroquia Inmaculada Concepción de Pencahue, acompañados por
el párroco de la comunidad, Padre Cristian Avendaño y la comunidad.
Momento de fraternidad |
Por
los jóvenes de nuestra parroquia fueron momentos de misión al pueblo y al mismo
tiempo de formación interna encentrada en el tema del Congreso Eucarístico, que
como Iglesia chilena estamos viviendo. No faltaron momento de hermandad entre
los misioneros y la gente del pueblo, de fraternidad franciscana y el todo
vivido con una sana alegría y con la energía propia de la juventud, dejando en
cada uno de los jóvenes el espíritu de trabajo para construir la Iglesia que
deseamos y a la que nos llama Dios. Los jóvenes regresaron a sus casas con
muchas provocaciones en desear vivir la vida como una eucaristía.
Celebración de la eucaristía |
Ciertamente
no es fácil tener siempre en el corazón el espíritu eucarístico, esto significa
saber agradecer a Dios por las pequeñas
y grandes cosas de la vida, saber hacer fiesta y gozar con sencillez de lo que
tenemos, compartir el pan con los más pobres, entregar amor sin esperar nada en
cambio. La tarea que los misioneros franciscanos desean vivir después de la
misión. Si todo esto es difícil y
complejo para vivir nos consuela la certeza que Jesús siempre está con nosotros,
y con él nada es imposible!