viernes, 23 de abril de 2021

IV Domingo de Pascua - Año B

“Jornada de oración por las Vocaciones”.

Evangelio: Jn 10, 14-15

“Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.” (Jn 10, 14-15).

Queridos hermanos y hermanas, reciban un saludo de paz y bien.

Quisiera compartir junto a ustedes una reflexión en torno al Evangelio de este domingo, donde la Iglesia celebra la imagen del “Buen Pastor” y junto a ello la jornada de oración por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.

Un pastor con sus ovejas (del web)

En el evangelio de hoy según san Juan, Jesús dice: “Yo soy el buen pastor” (Jn 10, 11), y cada vez que dice “yo soy”, está afirmando su divinidad. He aquí nuestra posibilidad de conocer más a Dios por medio de su Hijo: mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre (Cfr. Jn 10, 14-15). Dentro del Evangelio de San Juan, podemos encontrar como él nos describe quién es Jesús, que es lo que representa para nuestra vida y, cómo conocer más al Padre. Jesús, en varios pasajes del Evangelio dice “Yo soy”, añadiendo alguna característica más que define su divinidad: “Yo soy el pan de vida”; “Yo soy la luz del mundo”; Yo soy la resurrección y la vida; “Yo soy el camino, la verdad y la vida”; “Yo soy la vid”; “Yo soy el buen pastor”.

Siempre es bueno entender las palabras de Jesús actualizándolas a nuestra realidad. Al presentarse como “Buen pastor” y decirnos que conoce a sus ovejas, es indudable preguntarnos ¿Quiénes son estas ovejas?.  Hoy las ovejas somos toda la humanidad y con ello, podemos deducir que, como en todo campo hay algunas buenas y otras que se apartan de su corral. Jesús en cambio, no hace distinción entre ellas, él las conoce a todas y vela por cada una, reflejándose bajo la figura de Pastor, del latín: pastoris, es decir, el que cuida. Desde aquí nace la diferencia entre este Pastor bueno que cuida de su rebaño y el asalariado que no las conoce y las descuida.

Introducirnos en el pensamiento de Jesús es algo que nos hace descubrir su inmenso amor por cada uno de nosotros, sin límites ni distinciones. Él es capaz de dar su vida por las ovejas, incluso por aquellas que no son del corral, que se apartan a fuerza de las tentaciones que están a nuestro alrededor y que impiden escuchar la voz de quién nos dice: “Vengan y verán” (Jn 1,39). Este relato nos recuerda la necesidad de trabajar por tener una profunda relación con el Señor, de configurarnos a él para ir al encuentro del Padre.

Un Franciscano conventual, misionando en Nicaragua.

En esta jornada de oración por las vocaciones, quisiera invitarlos a todos, pero de manera especial a los jóvenes a la experiencia maravillosa de sentirse amados por Jesús. Pregúntese: ¿Yo me siento amado por Jesús?. Para Él jamás somos extraños, sino amigos y hermanos. Y, sin embargo, no siempre es fácil distinguir la voz del Pastor Bueno. El papa Francisco nos dice: Estén atentos. Siempre existe el riesgo de estar distraídos por el bullicio de tantas otras voces. Hoy estamos invitados a no dejarnos distraer por las falsas sabidurías de este mundo, sino a seguir a Jesús, el Resucitado, como único guía seguro que da sentido a nuestra vida. Jesús hoy quiere mostrarte muchas cosas por las cuales hay veces que pasas de largo, esta es la voz de Dios que te invita a experimentar tu felicidad viviendo tu vida estando de su mano.

Quisiera invitarte a que te imagines y respondas ¿cómo sería tu vida si fueses el que tomase la iniciativa frente a una necesidad de la sociedad?. Para esto no necesitas ser un superhéroe, un millonario o un influenciar, solamente ser tu mismo y confiar. ¡Déjate guiar por lo que Dios quiere para tu vida!, y si, esto muchas veces puede ser difícil, hasta al mismo San Francisco le costó saber qué quería el Señor de él. Tampoco Francisco supo a la primera cuál era su vocación, ¿qué camino no hizo Francisco hasta llegar a entender lo que le dirigió el crucifijo de San Damián: «Vete y repara mi iglesia», al descubrimiento de una verdadera misión?. Todo esto lo fue descubriendo a pequeños pasos, con etapas agradables y otras fuertes en donde fue “descubriendo” aquello que más tarde llamaría el “regalo de Dios”: vivir como hermanos en la fraternidad. Por lo demás, forma parte de la naturaleza no saber al punto lo que Dios quiere de nosotros, porque con frecuencia solemos buscar de todo menos al Señor, a menos que queramos pedirle alguna cosa, y los pensamientos humanos son muy diversos a los de Dios, pero bueno, no te invito a cuestionarte, sino más bien a querer vivir la vida, a experimentar, a atreverte a soñar y salir al encuentro de este Pastor bueno que te quiere mostrar aquello que ha preparado para tu vida. Recuerda siempre que: tú eres una misión en esta tierra. (Cfr. Evangelii Gaudium 273). Ahora si pregúntate ¿cuál es la tuya?.

En este día ofrezcamos nuestra oración personal de forma particular por todos los jóvenes, hombres y mujeres que en estos tiempos necesitan de un impulso para dar a conocer que en su corazón sienten la necesidad de Dios. Pidamos también por aquellos que ya han respondido generosamente a esta invitación, por mis hermanos de noviciado, por nuestro hermano Fr. Augusto y por mí, para que todos podamos ser fieles oyentes de la voz de nuestro amado Buen pastor por la gracia del Espíritu Santo.

Qué el Señor nos bendiga y nos enseñe el camino para llegar al Padre.

Buena semana para todos.

 

Fray. Benjamín Castro H. OFMConv.

Desde Noviciado OFMConv. en Medellín – Colombia.

jueves, 22 de abril de 2021

Paso a paso: el Camino Para ser Fraile Franciscano Conventual

Fraile Menores Conventuales 

¿
Cuál es el camino para ser fraile?

Esta es una de las preguntas que muchos jóvenes en búsqueda vocacional se hacen. En este artículo intentaremos de sintetizar las etapas de nuestro itinerario formativo franciscano.


Dos premisas necesarias

Lo primero es que un joven en búsqueda vocacional descubra dentro de sí una inquietud vocacional, un movimiento interior que lo abre a la posibilidad que el Señor lo llame a seguirlo de una manera diferente, consagrándose a Él. Podemos decir que la vocación es como estar enamorado del Señor y a favor de su causa. Queremos subrayar que el fundamento de cada vocación es el Amor por el Señor. Este enamoramiento es como un fuego, el cual tiene origen divino, que Dios mismo enciende en nuestro corazón y atreves este fuego nos atrae a Él. Es el mismo fuego que Jesús había encendido en los corazones de los apóstoles el día en que los lla para que fueran con Él. Es un fuego tan intenso y agradable que los apóstoles de inmediato dejaron todo y eligieron de estar con Jesús. Por eso, un signo que una vocación es auténtica es la alegría (eso no significa que no hay miedo y dudas) que un joven prueba cuando está con Jesús y quiere entregar su vida al Señor.

Segundo, si todo lo de arriba vale para todos lo que quieren seguir el Señor, quien quiere ser franciscano tiene que ser apasionados del estilo de Francisco, o sea de la fraternidad, la minoridad, la pobreza y del anuncio del Evangelio.

NO es necesario que uno tenga todo esto desde el comienzo, pero tiene que tener una predisposición en su corazón.

Hábito Franciscano Conventual


El proceso para ser franciscano

Probamos a sintetizar de manera concisa las cuatro etapas del camino formativo para ser franciscano.

Primera etapa

El primero paso es haber un acompañante espiritual: un joven que está en búsqueda vocacional tiene que haber un acompañante con quien confrontarse y dialogar. Un acompañante que puede ayudarlo en su camino de búsqueda vocacional, con quien puede abrirse, compartir sus sueños y deseos, también sus miedos y dudas. Un joven que quiera ser franciscano es bueno que encuentre un fraile que pueda acompañarlo sea en su camino de fe como en su camino de búsqueda vocacional.

El Grupo Vocacional San Damián: También el joven es invitado a participar a nuestro grupo vocacional. Este grupo propone un camino de búsqueda vocacional junto con otros jóvenes que tienen la misma inquietud en sus corazones. Generalmente nos encontramos 5 fines de semana durante el año desde marzo a noviembre para rezar, compartir la vida. Los jóvenes, que forman parte de este grupo, son invitados a participar a dos experiencias misioneras durante el año (una de invierno y la otra de verano) con los jóvenes de nuestra pastoral juvenil franciscana.

El postulado

 La segunda etapa es el postulado, cuando el joven, después de haberse confrontado con su acompañante espiritual y también con nuestro responsable vocacional, decide de  entrar en convento para vivir dos años de experiencia en comunidad. El tiempo del postulado es un periodo muy importante para el joven porque lo ayuda a descubrir más en profundidad si la vocación franciscana es verdaderamente su vocación. El postulado se encuentra en nuestro convento de Curicó donde el joven puede compartir la vida cotidiana (oración, almuerzos y fraternidad) con los frailes, recibir una primera formación cristiana, bíblica y franciscana y de participar a diversas experiencias de voluntariado. El postulado dura generalmente dos años.

El noviciado

Después del postulado sigue el noviciado que dura un año. Por lo general se hace con otros jóvenes de Sud América, porque es  importante compartir este año con otros jóvenes que están en el mismo camino de discernimiento y quieren donarse completamente a Dios (este año la sede del noviciado es Medellín en Colombia). El noviciado es un año especial para que el joven pueda adentrarse más a la vida franciscana, con el estudio de la regla, las constituciones, la vida de san Francisco, la espiritualidad e historia franciscana. Todo esto, para que el joven pueda comprender más si el Señor lo está llamando a la vida religiosa. En  el día de la fiesta de san Francisco, unos meses antes de los primeros votos, los novicios toman el hábito franciscano. Después un año el joven vuelve a Chile para hacer su primera profesión, o sea, elige de consagrarse al Señor por tres años en pobreza, castidad y obediencia. Esa es la profesión religiosa provisoria, o sea por un tiempo el joven vive como un fraile y continúa su discernimiento vocacional y los estudios. La profesión de los votos permanente llegará más adelante.

Profesión de los votos


El post-noviciado

Después de los primeros votos continúa el camino de formación con otros jóvenes de la misma etapa vocacional normalmente cinco años. El tiempo del post-noviciado es un tiempo de estudio y servicio, donde el joven empieza los estudios de filosofía y teología, también vive varias experiencias de servicio de voluntariado y de pastoral. El estudio, el servicio, la formación franciscana, el acompañamiento del rector, del acompañante espiritual permite al joven completar su búsqueda vocacional que termina con la profesión definitiva de los votos. Después de esa el joven tiene que terminar sus estudios y continuar su camino de búsqueda vocacional para ver si el Señor lo llama a ser sacerdote o no, porque nuestra vocación es ser hermano. Terminados los estudios de teología el joven fraile, después la profesión definitiva y/o la eventual ordenación sacerdotal, está listo para empezar su servicio en una de nuestras comunidades.

 

Ordenación Sacerdotal

A primera vista pueden parecer muchos años de estudios y formación, pero son años muy importantes y necesarios (especialmente en nuestro contexto cultural y social), también es fundamental que el joven frailes se apasiona siempre más a Dios y llene siempre más su vida de Él, pueda “despojarse del hombre viejo y su manera de vivir, para revestirse del hombre nuevo, a imagen de Cristo” (cfr. Col 3,9-10). También son años donde el joven pueda conocer más Francisco, su interioridad, su estilo y espiritualidad

Querido joven, puede ser que el Señor te está llamando a seguirlo de una manera especial. El Señor nos necesita para servirlo en la Iglesia, en los más pobres y para anunciar su evangelio. Si tienes una inquietud o una pregunta vocacional no esperes a contactarnos.


Fray Augusto URZÚA OFMConv. y Fray Matteo MARTINELLI OFMConv.

viernes, 16 de abril de 2021

III DOMINGO DE PASCUA - Año B.

 Evangelio según san Lucas (24, 35-48).

 

¡“La paz esté con ustedes”! (Lucas 24, 36)

Es el saludo que en el primer día de la semana Jesús Resucitado dirige a los discípulos que se encuentran encerrados por temor de tener la misma suerte que Él.

El texto bíblico de este domingo es la continuación del bien conocido episodio de los discípulos de Emaús, en el cual, el mismo Jesús se hace peregrino a los dos incapaces de reconocerlo.


En el evangelio encontramos a los discípulos juntos con los demás compartiendo de lo que le había pasado en el camino y cómo habían reconocido al mismo Maestro en la fracción del pan. Mientras hablaban, Jesús aparece nuevamente y los saluda con una sola palabra: Shalom. Esa palabra significa «que la paz de Dios venga sobre todos ustedes». Los discípulos están aterrorizados. Están seguros de que ven a un fantasma. Jesús los invita a observar su cuerpo, a explorar las heridas que los clavos dejaron en sus manos y examinar su costado perforado por la lanza.

Shalom significa mucho más que un simple deseo para la paz, una esperanza por la ausencia del conflicto o la lucha. Es una palabra de «acción» que expresa la intención de Dios para nuestra vida.

En los labios de Jesús, «Shalom» llega a ser una oración para que la esperanza, la salud y la prosperidad vengan sobre los que están reunidos. Hay un significado poderoso tras este saludo simple. Jesús les desea a sus discípulos integridad y bienestar en este momento de temor y duda. También nosotros en este tiempo de dudas y temor en el cual vivimos, queremos invocar sobre cada uno de nosotros, nuestras familias y el mundo la  “Shalom”, la Paz de Jesús para que nos sostenga y reconforte.

         Como siempre, nuestro hermano Francisco de Asís, por su deseo de imitar en todo a Jesús, utiliza el mismo término del Resucitado. Amó recordar en su “Testamento” este saludo pascual que había caracterizado toda su existencia después de la conversión: "El señor me reveló  que dijéramos este saludo: El Señor te dé la Paz".



Por eso, en toda su predicación iniciaba sus palabras con el saludo que anuncia de la paz.

Qué bonito sería que también nosotros en los saludos, pudiésemos utilizar esta hermosa expresión: El Señor te dé la Paz, como palabra que reconforta y sostenga en el camino de la vida.

 

A ti hermano/a que lees estas palabras te deseo que ¡El Señor te dé la Paz!

 

Fray Ramón ZAS GARCÍA OFMConv.


lunes, 12 de abril de 2021

¿Qué hacen los frailes?

Fray Matteo MARTINELLI OFM Conv., responde!

De vez en cuando se escuchan las preguntas sobre vida de los frailes menores conventuales tipo, ¿Qué hace un fraile en su día? ¿Cómo transcurre su jornada?  ¿es verdad que se van a dormir temprano como a las 8? ¿es verdad que rezan día y noche? ¿es verdad que se quedan encerrados en convento como los monjes?

Hoy queremos responder a sus preguntas y también presentar un poco nuestra vida cotidiana.

Conversación entre dos frailes franciscanos.


¿Cuál es el fundamento de la vida de un fraile?

Nuestra vida es bella y alegre, los frailes estamos contentos. Como todos tenemos nuestros límites personales y también tenemos nuestros días buenos y nuestros días malos, pero prima el amor a Dios y los hermanos. Como escribe san Francisco queremos seguir el evangelio que es lo que da la  forma a nuestra vida.

Todo eso se traduce en un estilo de vida particular, donde vivimos en comunidad como hermanos, poniendo todo en común, viviendo de manera sencilla y dando espacio en nuestras jornadas a la oración, el servicio a los demás, a la iglesia y a los pobres. Por todo eso un fraile es un hombre libre por servir el Señor y el prójimo.

¿Concretamente que hace un fraile?

¿Qué significa concretamente? Significa que un fraile puede hacer de todo, lo que es importante es el estilo y por qué lo hace: con amor y por amor, como Jesús, solo eso importa. Nuestro carisma de frailes franciscanos no está vinculado a un ámbito específico (parroquias, hospitales, colegios, misiones…) sino simplemente “vive el evangelio” Eso nos permite hacer muchas cosas y también poder formar nuestro estilo de vida a situaciones siempre nuevas.

Los frailes acompañando a los jóvenes
en su formación espiritual
.


En concreto ¿cuáles son las cosas que hacemos?

  Acogida: la acogida es típica franciscana, en nuestras comunidades hemos hospedado a unos migrantes (venezolanos y haitianos) que necesitaban un hogar donde estar por un tiempo antes que se arreglen con su vida.

  Servicios en las Iglesias y santuarios: lugares de espiritualidad donde uno puede rezar, confesarse, participar a las misas y a las liturgias con los frailes.  En Chile estamos en el Santuario Inmaculada Concepción en San Ramón (Santiago). Nuestros Santuarios más importante en el mundo son la Basílica de san Antonio de Padua y la Basílica de san Francisco de  Asís en Italia.

  Parroquias: algunos frailes están involucrados en la animación de parroquias con el estilo franciscano.

  Espiritualidad: los frailes siempre están disponible para acompañar a jóvenes y adultos en su camino de fe y en su crecimiento humano y espiritual.

  Acompañamiento vocacional: los frailes están disponibles para acompañar a los jóvenes en su camino de discernimiento vocacional. Los jóvenes pueden también vivir unos días en nuestros conventos para conocer más la vida de los frailes.

  Caridad: la atención por los más pobres siempre está presente en nuestras comunidades franciscanas. En general ayudamos familias que necesitan comida u otras cosas. Hemos ayudados a jóvenes con becas universitarias y también a los migrantes a integrarse en nuestro país. En los últimos años la fundación Bienaventurado Hermano ha ayudado a varios haitianos a integrarse, estudiar y los acompañan en la búsqueda de trabajo y mucho más.

  Misión: los frailes franciscanos junto con un grupo de jóvenes realizan jornadas de misión, donde se ponen al servicio de la comunidad, realizando labores sociales, tales como, la construcción de casas prefabricadas, visitas a hogares de ancianos y hospitales, las tardes infantiles, o acompañando en la oración.

Estas son algunas de las actividades que nosotros, como frailes franciscanos, hacemos. Si tienes otras preguntas que hacernos, contáctanos.

Muchas gracias por hacernos preguntas. ¡Paz y Bien a todos!

viernes, 9 de abril de 2021

II Domingo de Pascua, Año B

«¡La paz esté con ustedes!»

Evangelio según san Juan     20, 19-31

 

¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya! La fiesta de la victoria de Jesús, su resurrección, ha llenado nuestra vida y la Iglesia de luz que ilumina las tinieblas y resucita a una vida nueva a todos los que estaban en la sombra de la muerte.  Ya llegamos a la conclusión de los ocho días donde el Resucitado aparece y se manifiesta a sus discípulos tratando de convencerlos que él está vivo y presente entre ellos.

En este 2° domingo de Pascua, llamado por la Iglesia día de la divina misericordia, el evangelista Juan conecta el “atardecer del primer día de la semana” con “ocho día más tarde”, dos experiencias de encuentro de los discípulos con el Cristo resucitado, acontecidas en el día domingo.

Al atardecer del primer día de la semana..


La comunidad de los discípulos se encontraba con las “puertas cerradas” viviendo una experiencia de miedo, fragilidad, fracaso, desánimo y falta de esperanza por haber traicionado y perdido para siempre al Maestro.

“Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos les dijo: «La paz esté con ustedes!» Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor” (Jn 2,20-21)

Quiero evidenciar los cuatro detalles que son tan evidentes en este encuentro. Primero, que Jesús se pone en medio, él está en el centro de la comunidad como Maestro, como el manantial de gracia. De inmediato les regala su don: la paz, que no es solo un saludo sino algo concreto que llena a los presentes. Tercero: les muestra sus llagas; desde sus manos y costado heridos lo reconocen, casi sugiriendo que es imposible reconocerlo de otra manera que por “haber amado a los suyos … y los amó hasta el fin” (Jn13,1). Y, por último, la plenitud de alegría que experimentan los discípulos, al ver al Señor, el paso del miedo al gozo del encuentro con el que estaba muerto y ahora vive.

El apóstol Tomás se había alejado de la comunidad, el Mellizo que podríamos considerar como  hermano nuestro, lleno de dudas y preguntas, que nos representa en muchos periodos de nuestra vida: se aleja, tal vez escandalizado, cansado, etc., pero vuelve a la comunidad y allí, solo allí, encuentra al Señor Resucitado, lo reconoce: “Señor mío y Dios mío” y cree en Él. Y Jesús le dice: «¡Felices los que creen sin haber visto!». Es la felicidad de todo discípulo que no necesita ver físicamente para creer, convencido de que Jesús está vivo!!!

"LLegó Jesús y poniéndose en medio de ellos"


«¡La paz esté con ustedes!» (Jn 20,20) es el regalo que Jesús vuelve a repetir en su encuentro con los discípulos de ayer y de hoy. Por San Francisco, el hombre de paz, este saludo se volvió una misión, una vocación: vivir y anunciar a todo el mundo la paz de Cristo. 

Él invita a sus hermanos: «En toda predicación que hacía, antes de proponer la palabra de Dios a los presentes, les deseaba la paz, diciéndoles: "¡El Señor les dé la paz!" (1Cel 23)

Les recomienda que, cuando vayan por el mundo, en particular, cuando entren en alguna casa, digan: «¡Paz a esta casa!» (1R 14,2; 2R 3,13). Y en su Testamento  escribe: «El Señor me reveló qué debiera decir al saludar: El Señor te dé la paz" (Test 23)».

La fe es una experiencia de encuentro con Cristo resucitado, presente en la comunidad. ¿Estoy dispuesto como Tomás a volver, estar y reconocerlo?

La paz y las llagas de Jesús son fuente de alegría para los discípulos. ¿Qué sentimientos y desafíos me provocan los dones del Resucitado?

 

Un feliz domingo de la misericordia, “paz y bien” para todos.

 

Fray Augustín BUDAU OFMConv.

sábado, 3 de abril de 2021

El sentido de la FE en la RESURRECCIÓN.

¡Aleluya. Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado,

Celebremos, entonces, nuestra Pascua. Aleluya!

Evangelio según San Juan 20, 1-9

 

En el texto evangélico  de este domingo de Pascua de Resurrección el evangelista Juan, por medio de la visita de los discípulos al sepulcro vacío y de la aparición a María Magdalena, trata de comunicar a los lectores de su evangelio el sentido de la fe en la resurrección. Para el cuarto evangelista la resurrección de Jesús es el momento decisivo del proceso de su glorificación que pasa a través de la pasión y muerte, y Juan no la describe con las formas espectaculares de los otros tres evangelios, para él la vida del Resucitado es una realidad que se impone sin ruido y se realiza en silencio, en la potencia discreta e irresistible del Espíritu. Jesús es el gran protagonista de la narración, pero no aparece ya como persona.

"Todavía no habían comprendido que, según la Escritura,
Él debía resucitar de entre los muertos!"

El hecho de la fe cristiana acontece el primer día de la semana, que en adelante se llamará  el Día del Señor o domingo, se anuncia cuando todavía estaba oscuro y la primera destinataria es María Magdalena, la mujer que tuvo el valor de quedarse con Jesús hasta la hora de su muerte en la cruz. María viendo que la puerta del sepulcro había sido sacada va a buscar a Pedro a la casa que era el punto de apoyo de los apóstoles, y él junto al Discípulo Amado, que la tradición identifica con Juan, corren hacia al sepulcro.

Aquí el evangelio nos comunica algo extraño: el discípulo amado corría más rápido que Pedro y llegó primero al sepulcro, vio las vendas en el suelo, pero no entró, parece que quiere dar prioridad al testimonio de Pedro que llegando miró adentro, vio las vendas en el suelo y el sudario enrollado en otro lugar a parte. Luego entró también el discípulo amado, vio lo mismo de Pedro, pero el evangelio solo de él dice que vio y creyó mientras no nos dice nada de la reacción de Pedro que por primero había entrado en el sepulcro, y casi a justificar esto el texto del evangelio termina con la frase Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, Él debía resucitar de entre los muertos”.


Pareciera que en esta mañana de Pascua en nuestro mundo todo sigue igual… Sin embargo en la fe celebramos el acontecimiento más novedoso y transformante de toda la historia: Jesús, el Crucificado, ha resucitado; es el vencedor del pecado y de la muerte, Vencedor de todo lo que destruye la vida de los hombres. ¡Es el Señor de toda la creación! Y no nos dejemos engañar por las apariencias de que todo sigue igual, y ahora parecería aún peor con esta pandemia,  porque en la resurrección de Jesús toda la creación queda abierta a su destino de plenitud en Dios. Plenitud que ya está actuando en nuestro mundo pues, come dice el apóstol Pablo en la segunda lectura de hoy, hermanos, ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo.

La búsqueda diaria de estos bienes haga sí que nuestra vida de discípulos pueda ser un anuncio gozoso y agradecido de las maravillas de Dios en este mundo tan herido y necesitado de esperanza.

 

Fray Fabio MAZZINI OFMConv.

Retiro Espiritual Anual de la Delegación

Del 3 al 9 de marzo de 2024, en el Monasterio de las Monjas Trapenses de Quilvo - Curicó, se llevó a cabo el retiro espiritual anual de los ...