¿Vale la pena? Es una pregunta que todos nos hemos hecho alguna
vez en la vida en todo orden de cosas para darnos cuenta, que si lo que estamos
haciendo y/o lo que nos proponemos hacer merece todo el esfuerzo y energías
empleadas en su desarrollo. Más de un joven, en verano, se pregunta si vale o
no la pena encontrarse una pega para poder así tener su propio dinero y poder
comprarse sus cosas. En el camino de fe, de vez en cuando sería bueno también ponerse
esta pregunta. ¿Vale la pena seguir a Jesús?
En el evangelio que la liturgia nos propone
para el IV Domingo de Pascua (Juan 10, 1-10), Jesús se presenta como el Buen Pastor que
conoce sus ovejas, sabe sus nombres. Ellas, por otra parte, lo
conocen, saben como es, han hecho experiencia, saben que no les hará daño, que
no la dejará solas. Para seguir a Jesús hay que estar
"escuchando" continuamente su voz, él nos llama a cada uno por nombre. Eso quiere decir que
se preocupa por nosotros, nos viene al encuentro. Dios “habla” y se hace
presente por medio de nuestra vida cotidiana: por medio de personas,
acontecimientos, la pandemia,
situaciones que nos hacen pensar en lo que es esencial en la vida. Pero sobre todo mediante la meditación de su
Palabra (la biblia), en la Eucaristía, en la oración, en el dialogo espiritual
con un sacerdote o religioso.
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La llamada de Jesús: "Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia". |
Muchas veces se nos presenta
o hacemos ver la vida de fe como una vida fome, aburrida y sin sabor. Eso no
pude estar más alejado de lo que Jesús quiere para nosotros. El nos dice que
vivamos la vida, que la aprovechemos al máximo: "Yo
vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia". Nos llama por nombre a vivir esa “vida en abundancia” de una
forma concreta sea en la vida
matrimonial, soltería o en la vida religiosa. ¿Te has preguntado a
que quiere Dios de ti? ¿Te has preguntado unas ves qué es la vida religiosa? ¿Sientes
que Dios te llama a la vida religiosa? ¡No tengas miedo de dirigirte a un
religioso, sacerdote y conversar sobre estas preguntas o contactarnos a la mail del blog!.
El portero del
redil donde están las ovejas, no deja
pasar a los ladrones sino solo al pastor,
el portero puede representar nuestra conciencia o de algún modo esa voz
interior, ese presentimiento que nos dice que en Jesús hay algo bueno que
responde a nuestras necesidades existenciales de bondad, de vida.
Un saludo a todos.
Paz y Bien.
Fr. Augusto URZUA
Paz y bien, para todos los hermanos de esta orden,Gloria y honor a nuestro Dios por la entrega generosa de fray, Augusto, alabado y bendecido sea nuestro Dios. Muchas bendiciones para cada uno
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