martes, 16 de febrero de 2021

Cuaresma: el tiempo para Creer, Esperar y Amar.

El papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma 2021 nos dice que “cada etapa de la vida es un tiempo para creer, esperar y amar”. Por eso como cristianos recibido un “llamado a vivir la Cuaresma como un camino de conversión y oración”.
¿Cómo podamos vivir bien el camino cuaresmal? Primero la cuaresma puede ser un tiempo por renovar nuestra fe, como dice papa Francisco “saciemos nuestra sed con el “agua viva” de la esperanza y recibido con el corazón abierto el amor de Dios que nos convierte en hermanos y hermanas en Cristo. (…) El ayuno, la oración y la limosna (cf. Mt 6, 1-18) son las condiciones y la expresión de nuestra conversión”. Papa Francisco nos invita a “dejarse alcanzar por la palabra de Dios” y nos recuerda que “el ayuno contribuye a amar a Dios y al prójimo. (…) La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada en nosotros” (cf. Jn 14,23). Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones - verdadera o falsa - y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero “lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14): el Hijo de Dios Salvador. Al comienzo de este tiempo es bueno preguntarnos: ¿hay algo de que puedo liberarme en este tiempo? ¿Algo que me impide de amar mas o que me hace perder mucho tiempo?
En fin papa Francisco nos invita a llenar nuestra vida de esperanza y caridad. “A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser “una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar exención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia” (FT 224). En el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración (cf. Mt 6,6) y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura”. La caridad es una otra dimensión fundamental para nuestro camino de conversión: “lo poco que tenemos, si lo compartimos con amor, no se acaba nunca, sino se transforma en una reserva de vida y de felicidad. Así sucedió con la harina y el aceite de la viuda de Sarepta, que dio el pan al profeta Elías (cf. 1Re 17,7-16). (…) Así sucede con nuestra limones, ya sea grande o pequeña, si la damos con gozo y sencillez”. ¡Comencemos nuestro camino cuaresmal, dejémonos provocar de las palabras de papa Francisco! ¡Que en nuestra vida nunca falte el recogimiento y el silencio de la oración, para poder crecer en la fe, la esperanza y la caridad! ¡Buen camino cuaresmal para todos! Paz y Bien. Fray Matteo MARTINELLI, OFM Conv.

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