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Queridos hermanos, los saludo fraternalmente en la fiesta de nuestro Serรกfico Padre San Francisco de Asรญs, en este aรฑo 2023.
Hace ochocientos aรฑos, por estas mismas fechas, estaba a punto de ver la luz la Regla que hoy llamamos ยซBuladaยป. El sello del Papa Honorio III en el pergamino, contenรญa el misterio de la vocaciรณn del Poverello, y muchos aรฑos de vida evangรฉlica vivida junto a aquellos que el Seรฑor quiso darle.
En efecto, al celebrar el octavo centenario de la Regla, no podemos dejar de mirar el ยซtextoยป de la vida de quienes, habiรฉndolo dejado todo, siguieron al Seรฑor segรบn los consejos evangรฉlicos y en extrema sencillez.
Pero sabemos bien que la promulgaciรณn de la Regla representa, por una parte, un ยซmomento de oroยป para la historia del franciscanismo; pero, por otra, la crisis de una comunidad cada vez mรกs compleja.
La Regla es fruto no sรณlo de la experiencia carismรกtica del Serรกfico Padre, sino tambiรฉn de los muchos interrogantes generados en la vida concreta de aquella ya โcomplejaโ fraternidad; interrogantes que no siempre revelaban la clara voluntad de vivir en la literalidad del Evangelio.
Por eso, al celebrar a nuestro Padre San Francisco, les sugiero a todos dar un vistazo al tipo de preguntas que solemos hacernos; o sea, tratar de identificar cuรกles son nuestras preguntas hoy como Hermanos Menores Conventuales; cuรกles son nuestras ยซnecesidadesยป o -incluso- nuestros verdaderos deseos y cuales las cosas che buscamos con pasiรณn.
La crisis del Serรกfico Padre surgiรณ al contemplar con preocupaciรณn una fraternidad que se habรญa desviado ya del criterio de itinerancia que habรญa caracterizado sus carismรกticos comienzos junto a sus primeros compaรฑeros, a Clara de Asรญs y a tantos y tantas otras personas.
Los invito, pues, queridos hermanos, a revitalizar, en la medida de lo posible, con libre frescura y con profundidad evangรฉlica las cuestiones asociadas a la ยซgraciaยป de la itinerancia franciscana: la itinerancia de nuestro pensamiento, que quizรก se ha vuelto sedentario, rรญgido y cerrado; la itinerancia de nuestro corazรณn, quizรก acostumbrado a mirarse mรกs a sรญ mismo que a los demรกs; la itinerancia de nuestro espรญritu, quizรก envejecido, desmotivado y falto de fe; la itinerancia de nuestras relaciones personales, quizรก mรกs ยซcargadasยป de cosas que de personas; la itinerancia de nuestra vida comunitaria, quizรก transformada mรกs en una relaciรณn de fuerzas que en una fraternidad en conversiรณn; la itinerancia de nuestra misiรณn, quizรก convertida mรกs en espejo de nosotros mismos que en puerta abierta al mundo.
ยก๐ ๐๐ฅ๐ข๐ณ ๐๐ข๐๐ฌ๐ญ๐ ๐ฒ ๐๐๐ฅ๐ข๐ณ ๐๐๐ฆ๐ข๐ง๐จ ๐ก๐๐๐ข๐ ๐ฎ๐ง๐ ยซ๐ฏ๐๐ซ๐ฌ๐ขรณ๐งยป ๐ซ๐๐ง๐จ๐ฏ๐๐๐ ๐ฒ ๐๐ฏ๐๐ง๐ รฉ๐ฅ๐ข๐๐ ๐๐ ๐ง๐ฎ๐๐ฌ๐ญ๐ซ๐ ๐ฏ๐ข๐๐! ๐ ๐ซ๐๐ฒ ๐๐๐ซ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐. ๐๐๐๐๐๐๐๐๐๐ ๐๐ข๐ง๐ข๐ฌ๐ญ๐ซ๐จ ๐ ๐๐ง๐๐ซ๐๐ฅ
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