Domingo 4° T.O. - Año C.
¡Ningún profeta es bien recibido en su patria! Evangelio: Lucas 4, 21-30 Lo que pasa a Jesús hoy en el evangelio me recuerda lo que pasó a Francisco en Asís. Todos admiraban a Francisco, decían que él era “el rey de las fiestas”, Francisco era un hombre con plata, que tenía muchos amigos y todos en Asís querrían salir con él porque era un hombre generoso y siempre de buena onda. Podríamos decir que Francisco tenía todo lo que quería para vivir una vida feliz: un muy buen trabajo, muchos amigos y tantas personas que lo admiraban. A pesar de todo eso Francisco vivió un tiempo largo de inquietud donde buscaba la felicidad. Al comienzo pensaba que quería ser caballero, porqué solamente en esa manera podía ser noble. Tenía plata, admiración y respeto, podía hacer todo lo que querría pero no era noble y querría ese título porque sino se sentía inferior a los nobles. Después cuando se dio cuenta que esa inquietud no era por ser noble sino porque el Señor le pedía de...