El
origen de cada vocación está en el Señor
que elige y que invita a seguirle personalmente, a diferentes estados de vida,
aunque lo hace de diferentes modos, lo que podemos tener claro es que quien
llama es Dios.
![]() |
Vocación: Saber Despojarse |
“Al
oír Francisco que los discípulos de Cristo no debían poseer ni oro, ni plata,
ni dinero; ni llevar para el camino alforja, ni bolsa, ni pan, ni bastón; ni
tener calzado, ni dos túnicas, sino predicar el reino de Dios y la penitencia,
al instante, saltando de gozo, lleno del Espíritu del Señor, exclamó: «Esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo
busco, esto es lo que en lo más íntimo del corazón anhelo poner en práctica».”
(1C 22)
![]() |
Vocación se necesita la Oración |
San
Francisco al escuchar este evangelio, donde se les envía a los apóstoles de
misión, descubre que se siente llamado a vivir de este modo, según ese estilo
la vida evangélica, es aquí donde termina su proceso de búsqueda vocacional.
La
búsqueda vocacional está inscrita en todos nosotros, los cuales, vamos buscando
que es lo que quiere Dios de nuestras vidas -dicho de otro modo- en qué estado
de vida Dios me llama a ser plenamente feliz. La respuesta que encontró San
Francisco es Vivir el Evangelio que es lo central de la vocación franciscana.
“La
regla de vida está, a saber, guardar el santo Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo” (1R 1)

![]() |
Fernando Leiva |
Por lo tanto, nuestro Señor Jesús te invita: “¡Ven y sígueme!”
Eduardo Barrera Díaz