"El
grito de la fe cristiana non no es solamente un "Ha venido", sino más
bien un "Ven!"(B. Dupuy)
Hace algunos
días, dimos inicio a un nuevo tiempo litúrgico, el tiempo de Adviento, que con
el tiempo dentro la formación he aprendido a valorar y darle más sentido.
Tiempo que me recuerda una actitud que no le puede faltar nunca a un cristiano
que es la espera, pero no una espera pasiva sino activa, en cierto modo una
espera ansiosa del Señor Jesús, el Mesías, el Salvador que manifestamos en el
canto de adviento que casi todos conocemos, que dice: "Ven Señor no
tardes, ven que te esperamos, Ven pronto, Señor!"(espero que lo hállate
recordado con la melodía).Una espera que apunto es: vigilante, activa, atenta,
llena de esperanza, ayuda a tener cofinancia en Dios que viene a estar para
siempre con nosotros, que viene a colmar las distancias que nos dividen, que
viene a reconciliarnos con él y entre nosotros.
El Adviento
es también un tiempo para hacer memoria, para hacer una lectura y/o relectura
al presente y del pasado por medio de los ojos de la fe y que nos permite ver
con los ojos de Dios, sobre todo los momentos importantes che nos han marcado
de una manera u otra, como los hechos ocurridos en Chile este último mes, que
esos momentos no pasen así como así, sino como un lugar donde Dios habla o
mejor dicho grita para que lo escuchemos.
La comunidad de la cual soy parte es compuesta de
frailes provenientes de diversas partes del mundo, cosa que tiene sus pros y
contras en temas de convivencia, pero ya el hecho que tratemos, en la medida
que cada uno puede, llevar adelante el ideal de vida evangélico-franciscano y
poniendo la confianza en Dios, es algo muy bonito y yo diría que cada día
experimentamos esta presencia del Dios con nosotros, pero una de las cosas que
me llega más, es el hecho que con toda la diversidad de culturas, idiomas, etc….
puedo decir que en esta familia me siento bien y me siento en casa.
Un abrazo a
todos y buen Adviento. fray Augusto.
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